Descubrimiento histórico: una piedra demuestra que la escritura nació 45.000 años antes de lo que pensamos

La mejor garantía de que el pensamiento humano se conservará durante milenios es la escritura. A través de inscripciones, grabados en piedra y libros hemos podido conservar más de un descubrimiento que nos define como especie.
La comunidad de historiadores y arqueólogos ha llegado al consenso de que la escritura apareció hace unos 5.000 años. Sin embargo, como todavía pasa con tantos otros temas, su origen exacto todavía es incierto.
Desde los petroglifos de civilizaciones antiguas hasta los códigos escritos en tablillas de arcilla, la capacidad de representar ideas de forma simbólica ha sido clave en nuestra evolución.
Sin embargo, un nuevo hallazgo podría cambiar lo que sabemos sobre el origen de este tipo de pensamiento y de la escritura.
Esto se debe a que un estudio publicado en Archaeological and Anthropological Sciences ha revelado que ciertas incisiones halladas en herramientas de piedra del Paleolítico Medio podrían ser la evidencia más antigua de pensamiento simbólico.
Dichas marcas han sido encontradas en cuevas del Levante, en la actual Israel y sus alrededores, pero lo increíble es la fecha en que las han datado los arqueólogos.
Según las primeas estimaciones, este descubrimiento lo podríamos situar entre hace 50.000 y 100.000 años.
Es decir, es la prueba de que la capacidad de abstracción y comunicación simbólica surgió, como mínimo, 45.000 años antes de lo que pensábamos.
El descubrimiento que lo cambia todo: ¿Cómo lo encontraron?
Para realizar este descubrimiento, el equipo de investigadores tuvo que analizar artefactos procedentes de cuatro yacimientos clave.
Durante un tiempo estudiaron la cueva de Manot, la cueva de Qafzeh, la cueva de Amud y el sitio al aire libre de Quneitra.
Además, los excelentes resultados habrían sido imposibles sin el uso de tecnologías avanzadas de análisis en 3D.
Con estas herramientas, los científicos pudieron determinar que algunas de las incisiones halladas en las piedras no eran fruto del desgaste natural ni de un uso funcional de ellas.
Al mirarlas con detenimiento, observaron que tenían patrones geométricos complejos. Por ejemplo, líneas organizadas en disposiciones repetitivas.
Esto quiere decir que las incisiones fueron realizadas con un fin concreto, lo que podría demostrar que tenían una función comunicativa o simbólica.
¿El hallazgo en Israel cambia el origen de la escritura?
El aspecto fundamental de este descubrimiento es la posibilidad de que la escritura naciera mucho antes de lo que pensamos.
No como la concebimos hoy en día, pero sí como representación simbólica realizada con fines comunicativos.
Debemos tener en cuenta que la escritura tal y como la conocemos no apareció hasta hace aproximadamente 5.000 años, pero los símbolos grabados en estas piedras podrían ser una manifestación temprana de pensamiento abstracto.
Por eso, los investigadores plantean varias hipótesis sobre su significado. En líneas generales consideran que habría sido una forma de registrar información, formar parte de rituales o incluso ser los primeros intentos de representar el entorno de aquellos primeros humanos.
Lo que ya no genera debate es que este descubrimiento refuerza la idea de que la capacidad de abstracción y comunicación simbólica no fue exclusiva del Homo Sapiens moderno, sino que las primeras poblaciones humanas ya la poseían.